El acto de cocinar en México es considerado una de las actividades más importantes de la vida diaria. En la mayor parte del país, especialmente en las zonas rurales, el alimento se consume en el hogar tomando como base los ingredientes locales.
La gastronomía mexicana siempre ha sido calificada como una cocina de gran influencia barroca, resultado de un mestizaje culinario, representando la visión que los mexicanos tienen del mundo. De esta forma, la Región Norte de México de clima más seco, ofrece una cocina más bien austera, de sabores sencillos, fuertemente basada en la recolección y el mestizaje, pero que destaca por el nivel de endemismos florísticos. En cambio, en el sureste y otras zonas tropicales, se da una amplia diversidad de sabores con una cantidad hasta ahora desconocida de platillos y recetarios locales.
En México se acostumbra
hacer tres comidas al día: el “desayuno”, la “comida” y la “cena”, si bien al tratarse del país industrializado donde la gente
más labora,esto ha ido cambiando y ahora cada familia aplica un horario
acorde a sus necesidades. En término medio, el «desayuno» se hace entre las 7 y
10 de la mañana, la «comida» entre las dos y tres de la tarde, y la cena después de
las 8 de la noche. El «desayuno» suele ser algo más abundante que en otros
países y varía según la región, desde los huevos preparados de distintas
formas, solos o acompañados con frijoles, chilaquiles, tortas y quesadillas, hasta platillos más complejos hechos con carne o guisos
y generalmente como bebida jugos, leche, o café. La comida principal es la comida y suele
involucrar el platillo más elaborado del día, generalmente acompañada de aguas
frescas o bebidas regionales, aunque los refrescos han ganado terreno los últimos años. La «cena»
varía de acuerdo a costumbres personales desde una comida sencilla acompañada
de pan dulce, café, té,
chocolate o bebidas regionales, hasta platillos también complejos o algún recalentado.
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